Del apartado de aceites esenciales, ¿qué os puedo decir?… Hay toda una cultura alrededor de ellos. En breve dispondréis en nuestro blog de un apartado especial dónde os indicaremos sus aplicaciones y propiedades.
Tenemos una amplia gama, no obstante si echáis en falta alguno nos lo podéis comunicar y estaremos encantados en conseguirlo.
A diferencia de los aceites vegetales, como es el de oliva, los aceites esenciales son sustancias muy concentradas. Tienen una textura para nada aceitosa y se usan en cantidades muy pequeñas. Por lo general no pueden utilizarse en la alimentación ya que en altas cantidades y sin diluirse pueden resultar tóxicos.
Se caracterizan por su potente fragancia y se extraen de flores, hojas, resinas, frutas o raíces. Como son muy volátiles, para conservarlos bien hay que guardarlos en un frasco opaco y un lugar fresco. Sin diluir, tampoco pueden aplicarse directamente en la piel, ya que podrían quemarla. Hay que mezclarlos con agua o los denominados aceites base, como el de almendra o el de oliva.
En general, te recomendamos que te apliques una pequeña cantidad en la piel antes de usarlos, para detectar una posible alergia. Se desaconseja uso para mujeres embarazadas y madres en época de lactancia.
También pueden utilizarse para ambientar el hogar diluyéndolos en ceras especiales para quemadores.
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